En un mundo cada vez más global, las tradiciones se entremezclan, se adoptan y se traducen en programaciones culturales más que apetecibles para ocasiones más que señaladas. Este es el caso de la Orquesta y Coro Nacionales de España – OCNE – y su propuesta Nosferatu. Una sinfonía de horror para la temporada de pre-halloween.
Para poner un poco en antecedentes, Nosferatu – la obra de cine mudo dirigida por Murnau en 1922 – es la primera cinta relacionada con la historia original del Drácula de Bram Stoker. Está considerada una de las obras maestras del cine y uno de los mejores ejemplos del expresionismo alemán.
Como veis, y para los amantes del séptimo arte, todo un planazo para un sábado noche, ¿verdad? Pues aún hay más. Y es que la propuesta de la OCNE para esta ocasión va más allá.
Los asistentes nos disponíamos a disfrutar de la cinta restaurada por el máximo especialista sobre Murnau, Luciano Berriatúa. El blanco y negro daba paso a escenas monocromáticas teñidas en colores primarios.
En cuanto a la música, la banda sonora compuesta por José María Sánchez – Verdú y una OCNE terroríficamente buena dirigida bajo la batuta del director Nacho de Paz, metieron al público de lleno en la historia de Murnau.
En palabras del propio Sánchez – Verdú:
“Es mi propia sensibilidad musical aplicada a un filme y a su dramaturgia concreta, a su completo desarrollo, reiteraciones, situaciones psicológicas, ritmo y cambios de secuencias (…) He tratado de trazar imágenes sonoras para imágenes visuales en movimiento creadas por Murnau sabiendo que él, a su vez, se inspiró y recreó en imágenes plásticas de obras y pintores románticos alemanes”.
¡Emocionante!
Como emocionante fue ver a todo el público en pie y con cara de satisfacción tras una interpretación brillante de una obra sublime. La felicidad, el anhelo, la bravura de la naturaleza, la tensión, el miedo, el terror… sensaciones traducidas en notas musicales, en diálogos, en experiencias.
¿Lo mejor de todo? Ver tantas nuevas caras que se acercan a las nuevas propuestas de la OCNE y a una música sinfónica cada vez más viva.
En su 31 edición, el Festival Internacional Madrid en Danzanos ofrece (y nos ha ofrecido desde el 18 de noviembre) buenísimas opciones en la capital hasta el 8 de diciembre. Desde ballet académico, a propuestas más contemporáneas, pasando también por el flamenco o la danza española. Todo un lujo -quizá sólo aún aprovechado por un público más específico- que representa justamente a esta desconocida disciplina artística como una de las más universales.
Last Work, de Batsheva Dance Company
Centrándonos en una pequeña muestra del Festival -dentro de la programación de Teatros del Canal– destacamos el trabajo de Batsheva Dance Company, Last Work. Una pieza sorprendente, con extraordinaria fuerza, quenos habla, nos cuenta y nos transmite, a pesar de no incluir texto, durante algo más de una hora.
Last Work, de Batsheva Dance Company
Los efectos sonoros y la sobria puesta en escena acompañan a 19 bailarines (si no hemos contado mal) que provocan sobre las tablas un vaivén de emociones incesantes, dejándonos boquiabiertos en más de una ocasión. Los cuerpos son las voces. A veces, transformados en animales. Otras, en micro organismos o figuras estelares.
Los movimientos que acompañan describen conceptos o dilemas humanos, aunque a ratos simplemente nos hipnotizan envolviéndonos en la atmósfera que pretende su director: el bailarín y coreógrafo Ohad Naharin. Que, por cierto, ¡también está presente! Y marca el ritmo directamente en el escenario mientras corre durante toda la obra sobre una cinta de gimnasio sin rumbo, como metáfora del paso del tiempo. Como el rotundo núcleo del grupo: en ocasiones homogéneo, en ocasiones individualista.
Estreno en España, Last Work solo tiene un pero: y es que únicamente ha estado en cartel 2 días. Sin duda –y sin “rintintín”- ¡una pena para quiénes os lo habéis perdido! ¡Bravo!
Sin duda esta III edición de Festival Explora está siendo una edición de ‘primeras veces’. Y es que gracias a la ayuda recibida por parte del Ayuntamiento de Bilbao en su convocatoria Ideiak Martxan, hemos podido ir un pasito más allá y apostar por nuevos formatos. Este es el caso del live coding . ¿En qué consiste?
El live coding forma parte del campo de las artes escénicas. Se trata de una técnica creativa centrada en la escritura en forma de lenguaje de programación (código) que se ejecuta de manera ‘improvisada’. A menudo, ese proceso de escribir código se produce visualmente proyectando la pantalla de ordenador. Los llamados live coders suelen ser artistas que aprenden lenguaje de código o personas del mundo web que quieren expresarse artísticamente por este medio. Si quieres saber más sobre esta forma de creación échale un vistazo a este artículo.
El próximo 24 de septiembre tendremos el placer de disfrutar de un taller de live coding de la mano de Jesús Jara en #EXPLORAContrastes. Lo único que necesitareis será un ordenador portátil, auriculares y muchas ganas de conocer este interesante mundo de creación codificada. El taller será impartido en Sonic Pi (descárgatelo en el siguiente enlace).
Por si fuera poco, ese mismo día a las 22.00h. disfrutaremos de la actuación en directo de Enrike Hurtado y el mismo Jesús Jara, en un espectáculo para los sentidos donde podremos verlos en acción en una suerte de varias composiciones algorítmicas y generativas de corta duración programadas en el entorno Sonic Pi.
¿Quieres saber más sobre los protagonistas?
Jesús Jara es mediador cultural en Medialab-Prado, Madrid.
Estudió Informática en la complutense y música informática en Karlsruhe, Alemania. Actualmente desarrolla su trabajo como mediador/investigador en tecnologías de lo sonoro: organizando talleres, montando conciertos y dinamizando el primer grupo de live coding de Madrid. Su pasión es entender la música a través de algoritmos y su representación con código informático.
Enrike Hurtado a.k.a Azunak, realiza música electrónica desarrollando sus propios programas. Basándose en el sampling realiza mashups partiendo de canciones de estilos de rock extremo (hardcore, grind, noise) pero con estructuras de loops repetitivos que crean ritmos imposibles y cacofonías con sonido rock pero con estructuras experimentales.Enrike estudió Bellas Artes en Bilbao y Design for Interactive Media en Londres. Actualmente vive y trabaja en Bilbao.