La fotografía documental de Bruce Davidson

 

Casi en el ecuador de su muestra nos apetece dedicar unas líneas a la retrospectiva que acoge, hasta el 15 de enero del 2017, la Fundación Mapfre. Por primera vez en Madrid, tras su paso por Barcelona, es un privilegio disfrutar de la experiencia y trabajo de uno de los mejores fotógrafos americanos del siglo XX: Bruce Davidson.

Bandas de Brooklyn, 1959. Nueva York

Bandas de Brooklyn, 1959. Nueva York

Bruce Davidson, 1960. Inglaterra

Bruce Davidson, 1960. Inglaterra

Si bien ya nos cautivó su coetánea Vivian Maier (de la que también nos hubiera gustado hablar en su momento. ¡Nos disculpamos por saltárnosla!), este gran intimista y humanista de la Magnum, nos envuelve en su mundo, en su gente y en sus barrios. Mientras la primera captaba la vida sutilmente a su paso como una perfecta testigo alejada de los márgenes, Davidson se adentra en cada imagen para mostrárnosla tal y como está sucediendo. Sin discreción, sin aislamientos, sin vergüenza. Se mete en las ciudades, en las casas y en los rostros. Como si diseccionara y recompusiera cada instante, mostrando desigualdad, injusticiadolor, tristeza, enfado, etc. Un sin fin de emociones, conjuntas e individuales, de una sociedad concreta, que habitan en un tiempo y en un espacio determinado. Y que, por tanto, otorgan alma propia a cada foto.

 Time of Change: Civil Rights Movement, 1961-1965. Nueva York

Time of Change: Civil Rights Movement, 1961-1965. Nueva York

La muestra plantea un recorrido cronológico por la trayectoria del artista dejando a su paso “la visión” de algunos países como EEUU, Reino Unido, París, Italia, México o España -entre otros-, presentándonos desde las series menos conocidas, hasta algunas de las más celebres como Brooklyn Gang, East 100th Street o Time of Change: Civil Rights Movement. Así como nuevos puntos de vista, maduros, más alejados, propios de sus últimos trabajos: Nature of Paris y Nature of Los Ángeles.

Volver atrás para “hacer un repaso” es una buena opción para quienes deseen contrastar o relacionar los primeros trabajos de los años 50, con los de las siguientes etapas (en mi opinión, más impactantes y desgarradores como el del barrio de Harlem, ¡alucinante!), para encontrar -quizá en esa comparativa individual de cada visitante- un hilo conductor más allá del que ofrece la propia historia gracias al presente elemento documental, al factor humano (y, por tanto, al dinamismo que jugamos en sociedad) y a la perspectiva única y personal del autor.

 

Un autor que, en sus propias palabras, encontró su camino en la vida a través de la lente de la cámara. La usó para plasmar sus sentimientos sobre el mundo. Y todavía lo hace.

**Recomendamos.

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